El trastorno por déficit de Atención e Hiperactividad, según el DSM¹ (Manual Diagnóstico y Estadístico) , esta asociado tanto a la falta de atención, como a un exceso de actividad e impulsividad. Aunque se trata de dos entidades muy distintas, es común hacer un diagnóstico conjunto, siguiendo los criterios del manual DSM. Pueden darse las dos cosas, o sólo una de ellas.
Ahora bien, cabe matizar algunos aspectos relacionados con la atención. La inatención, tiene que ver con la dificultad de «escuchar», comprender, concentrarse y debe darse en diferentes ámbitos, no sólo en la escuela, sino que la persona (niño o adulto) no sea capaz de prestar atención a nada. Si es selectiva, es decir, que sí pueda atender a temas que le gustan o le interesan, entonces pueden jugar un papel fundamental otros factores como la motivación, comprensión, algún otro tipo de déficit o bien la angustia y la ansiedad.
Por otro lado la hiperactividad tiene que ser bien evaluada ya que por un lado, sabemos que hay niños más y menos movidos, y por otro lado, la hiperactividad puede ser también un signo o síntoma de ansiedad, estrés, angustia o preocupación por algo. Igual que en el punto anterior, para tratarse de TDH, debe ocurrir en todos los contextos: casa, escuela, etc. Si hay algún lugar donde la persona está especialmente tranquilo/a puede ser signo de alguna otra cosa.
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¹American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and statistical manual of mental disorders (5th ed.). Arlington, VA: American Psychiatric Publishing.
Laia Casas 